jueves, 14 de julio de 2011

Capítulo 9 - Mi mamá me mima y me amamantó con cianuro

Cuando eras chiquita te ponían una sábana en la cabeza y eras una linda novia; un bebé de goma en los brazos y eras una amorosa mamá;  te subías a los tacos y eras una supermodelo.
Hoy, te subís a los tacos a ver si se te estilizan un poco las piernas y se disimula que no le pasás ni en colectivo por adelante a un gym; la idea de tener hijos jóven y recuperar más fácilmente tu figura fue asfixiada por "la nueva adolescencia"; y él "no cree en el matrimonio":  " - Para qué? Qué hay que demostrar?"
No sé si vos tenés algo para demostrarme a mi, my cherry pie, pero la vida sí me ha demostrado que aún después de 7 años de noviazgo aparentemente feliz, un tipo puede terminar dejándote para casarse con su amante, o ella se puede terminar aburriendo y llenarse de dudas y postres (sobretodo de postres en cenas con amigas más que en el pecho de algún sex toy, porque ya ni se acuerda lo que era conquistar), o él también puede terminarse aburriendo... pero del sexo opuesto. Y se va, junto con el número de tu peluquero.

Asique, ya fue esto de "cumplir con el plancito" que dibuje en mi cuaderno de primer grado cuando la maestra me preguntó: ¿Y vos qué querés ser de grande? y le respondí - Astronauta!
-Ah, mirá que lindo, y qué más?
- Modelo!
-Y qué más?
Una conversación que podría durar hasta el infinito si hoy nos preguntaran "qué te gustaría haber hecho", pero en ese momento era todo más fácil y  terminé diciendo: - MAMÁ.
y, conforme, me respondió - Muy bien! Ahora todos escriban "mi mama me mima"...
Fantástica tu consigna teacher. Gracias por nada.

Pero finalmente en el secundario, y triplicando la edad, doblé la hoja rayada y me dije "Bueno, y antes de ser esposa y madre, ¿Qué quiero ser?"
Y ahí más o menos, fui distrayéndome con otra cosa...
Para cuando llegué a la entrada a Jurasic Park, unos mutantes se habían devorado familias enteras, y entre los sobrevivientes llegué a ver un sapo que eructaba que el casamiento siempre termina mal, y una bicha que tose y escupe la cabeza de su ex marido nº 3.
Perdón? Qué me perdí?
La casa con pileta, me dijo. Con los precios en dólares, con suerte un 2 ambientes, mamita..

Uy.

lunes, 18 de abril de 2011

Capítulo 8 - Ketchup

La Idiota es Idiota y por Idiota, generosa. ¿O es al revés?

Hubo una época en la que no podía no tener un chicle en la boca. Mascándolo, o simplemente reposando sobre los molares, ahí estaba.
Pero el problema del chicle no eran las presuntas caries, sino el hecho del convide. Uno para este, otro para otro y la ración diaria no alcanzaba.

Así, la pequeña Idiota ideó el plan de administrar la cantidad exacta a consumir diariamente, dejando uno o dos PARA COMPARTIR.

¡Para compartir!
Y ahí estaban todos haciendo filita, día a día, preguntando por un chicle, mirando hacia el bolsillo donde el paquete estaba, pero la ración de generosidad estaba acabada.
Y la pobre, sintiéndose culpable al negarle esta vez al mismo que le pidió ayer y antes de ayer, y que esta vez llegó tarde a la repartija.

Y un día, ESE día que tanto había esperado llega, y ahí está el galán acercándose en cámara lenta. Y hace la pregunta mágica: ¿Tenés uno?
¿Tengo? ¿No tengo? ¿Quién soy?
Y antes de que la transpiración en el bozo se empiece a notar ya estaba sacando el paquete, con descuido...
Y repartiendo a él, a su amigo que apareció de la nada  y a otro que justo miró.
"No se preocupen, compro más" dice con una sonrisa.

Y apenas puede mirarlo a los ojos mientras se aleja su príncipe azul como si nada.
Y ahí queda ella, como un tomate: Colorada, y atada al poste que la verá crecer. Pues sólo así crecen estas plantas.

domingo, 16 de enero de 2011

Capítulo 7 - Vacunada para la incertidumbre

La medicina confía que inyectando el virus generaremos anticuerpos.
Pero como no existe vacuna para el futuro incierto que aqueja al presente, la mente fabricó la experiencia. ¿Y a la experiencia, quién la salva? OH, OH.


Las experiencias (buenas y malas) pueden dividirse en dos: las que vivimos y las que no.
Y es asombroso cuando nos damos cuenta que el amor, el odio, o mejor dicho EL SENTIR, están ciertamente englobados únicamente en aquellas experiencias que en realidad vivimos, el mundo conocido. Porque incluso aquellas que pertenecen al mundo de la imaginación, tienen su raíz en las vividas. ¿Si no dónde?


No puedo recordar exactamente mi primera proyección romántica. Mi memoria alcanza hasta el primer amor del secundario, pero estoy segura que mucho antes ya existían esos pensamientos que volaban a millones de años luz esperanzados.. y volvían a un mundo de desiluciones.
Pero por supuesto, en un mundo más reducido, las posibilidades también lo eran. También las desiluciones.
Lección N°1: Las cosas no siempre son como deseamos. Todo bien la primera vez. Aprendí, ¡que bien!

Pero con el paso de los años, y con desiluciones a la altura de las circunstancias, la maquinita mental se complejizó, y en lugar de perfeccionarse, CAYÓ EN LA BUROCRACIA. Maquina, maquina, maquina, maquina.
Evita cometer viejos errores, pero no aprende a solucionar nuevos. Y desperdicia recursos a lo loco.

Los momentos a vivir llegan, se reportan en un mostrador y contestan el mismo cuestionario de hace 10 años.
Ahí tenés, vos que te preguntabas por qué repetías la historia.


Entonces que si tiene futuro, que si no está claro, que si yo lo vivo así, que si él lo vive asá.

STOP. Paro la máquina. La máquina que me llenó de preocupaciones del futuro de este presente. Este presente que ayer eran preocupaciones del futuro de mi ex, y antes de mi ex ex. Uf.

Podría seguir fabricando pasado. O puedo colgar el cartel de "cerrado por hoy" y vivir el HOY, hacer la nueva experiencia y ya ir desechando lo que no sirve de la vieja. A ver si así salvamos al presente.

Total, tiempo para que seas mi ex, sobra.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Capítulo 6: Pienso, luego miento.

Dicen que los seres humanos podemos mentir, ya que a diferencia de cualquier otro ser viviente, razonamos.
Así, podríamos sazonar nuestra ensalada de mentiras con un tinte de asombro y maravillarnos por la capacidad única de los hombres.
Si, señores, el homo sapiens es un mentiroso porque piensa.
¿Y el impulso "verdadero", ese escupitajo de sinceridad sin reparar en las consecuencias podría ser entonces un acto estúpido?
No. Jamás diría eso, porque, para bien o para mal, mi estúpida bandera de la sinceridad todavía busca tierra honesta donde clavarse.
Y al que le guste bien, y al que no también.
Sin embargo, ¿siempre es buena la verdad? ¿Y qué cuando no suma y la mentira no daña a nadie? ¿Las "mentiritas blancas", polite, las que mantienen el manto de misterio, la ilusión, son esas tan malas?
Esas nos mantuvieron un 24 de Diciembre esperando a las 12, llenaron el agua del tarro para los camellos, y pusieron tu diente bajo la almohada. Esas te hicieron creer en algo más.
Hasta que un día, sin más, dejamos de creer.
Y cuando eso pasa, mejor dicho, cuando el tiempo pasa, pareciera que dedicaramos más tiempo a sospechar que a confiar. A mentir y temer, incluso de las mentiras blancas.
Sería injusto maldecir a todas las mentiras que dañaron a esta Idiota. Sería ya inútil maldecir a la Idiota que se las creyó.
Asique simplemente voy a maldecir el día que deje de creer y mi cerebro esté tan quemado que no pueda enunciar una mentira más.
Vos también deberías. Empezando ahora.
For example: No te juzgo, pero tu pasado de fiesta es too much information. Voy a empezar creyendo que no escuché eso. Y voy a mentir omitiendo que tengo un pasado idéntico.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Capítulo 5 - In Fraganti

A nadie le quita el sueño una mala costumbre. Hasta que alguien repara en ella y, hasta por ahí, se la cuenta a todo el mundo.

Pepita se tiró un pedo en el aula. Robertito se metió el dedo en la nariz. Pedrito se rascó y después te tocó la cara. Martincito hizo pis en la pileta. Manuelita fue al baño, no se lavó las manos y tocó las galletitas.
El bien y el mal. Lo correcto y lo incorrecto. Lo que permitimos para nosotros mismos, lo que señalamos en el otro.

El permiso. Pareciera que las pequeñas malas costumbres propias nacen de pequeños autopermisos inocentes. Y así, el mismo dedo que hurga es el que señala.
¿Pero si salpiqué la tapa y no la sequé, merezco un hombre de tapa levantada? No. La Idiota espera algo mejor en el otro, lo que sabe que tampoco es ella misma, no por defectuosa, sino por humana. Y por humana, culposa.
Y entonces, en nombre de la balanza, no la hija de puta que dejó en evidencia 2 kilos nuevos, sino la otra, la justiciera, permite.
Y permite. Y revienta en permisos, porque el permiso se convierte en la nueva y renovada mala costumbre del otro. Y andá a sacársela, a poner puntos sobre las Íes,sobre las "T", sobre las "N"... Que mientras formás una línea perfecta de tantos círculitos suspensivos, un montón de dedos hurgones te señalan el error.
Aunque todos nos comimos los mocos alguna vez. Algunos simplemente no lo recordamos, otros a conciencia, lo negamos, otros ¿peor?, lo justificamos.
Pero algo es cierto, cuando la mala costumbre propia comienza a quitar el sueño, y la mala costumbre ajena no es consuelo, tal vez el punto más certero es el punto final.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Capítulo 4 - Conjuntivitis

La Idiota insistió en rascarse el ojo enfermo, y se contagió el bueno.

Cuando aprendí conjuntos me enseñaron que aunque una totalidad era, aparentemente, absoluuuutamente diferente, de repente, dos conjuntos podían compartir una hermosa intersección, ese punto donde todo confluye en comunidad.

Así, como Idiota, sin saberlo, y como trasladé el 1+1 a la vida cotidiana, me llevé eso también.
Lo que no aprendí bien fue que no todos los conjuntos pueden (NI DEBEN) unirse, y ahí estaba yo, luchando contra las matemáticas, que calcen a mi capricho, para que el 1 se me clave como un puñal en la espalda, y el otro 1 me pase rozando por el cuello. Olee.

No es tarde si se aprende: Mal herida pero no muerta.
Y Matemáticas, a Marzo.

lunes, 5 de julio de 2010

Capítulo 3 - El cuento de la buena pipa

Déjà vu

Así como un chiste malo puede resultar simpático y olvidable la primera vez, la segunda tiene efecto contraproducente.
Lamentablemente, por más que el enunciador cambie, la regla aplica. Y si hice la excepción, fue de Idiota. No te entusiasmes.

-"¿Querés que te cuente el cuento de la buena pipa?" -"No"
Yo no dije "No", dije si querés que te cuente el cuento de la buena...parace muchas veces que la historia se repitiera una y otra vez, y así infinitas veces hasta que todo alrededor pierde sentido.
No, mi alrededor sigue prácticamente igual, pero las que flotamos sin escalas a la catarata de lágrimas y preguntas existencialistas somos mi balsa y yo.
Con los años, de alguna manera, el detector de humo se va perfeccionando, y cada vez más rápido pueden despacharse remakes baratas de películas que ya incluso vimos y desechamos.
La pregunta del millón es, CÓMO ES POSIBLE que para cuando llegan los títulos del final, también llegue esa extraña sensanción de "mm.. esto me suena familiar".
Me cambiaron la música y me vendieron lo mismo.
Pero entonces, ocurre la magia. Porque a diferencia del entertainment que te va a acompañar los próximos meses de soledad, esta vez, lo tenés a Spliverga sentado al lado tuyo, totalmente convencido que ya la compraste.
OK, para la devolución del dinero será tarde, pero que ésta te la produzca tu abuela.
Para invertir está la bolsa. Y mi tiempo cotiza muy bien.